Diseñando tecnología accesible sin dejar a nadie atrás: el enfoque de Aurax y MouthX

La accesibilidad no es un añadido: es la base sobre la que construimos tecnologías como MouthX.
Designing Accessible Technology Without Leaving Anyone Behind: The Aurax and MouthX Approach
Aurax Team 02/07/2025
Tecnología asistiva e innovación

Diseñar tecnología asistiva no consiste en crear para un grupo reducido. Consiste en empezar con una pregunta sencilla: ¿para quién es esto realmente y qué barreras va a encontrarse?

En Aurax hemos aprendido que la verdadera innovación no surge al añadir accesibilidad al final, sino al pensar de forma inclusiva desde el principio.

Algunas personas necesitan apoyos puntuales. Otras, adaptaciones constantes. Muchas utilizan tecnología asistiva cada día para comunicarse, trabajar o interactuar.

Un buen diseño no intenta hacerlo todo para todo el mundo: se asegura de no dejar fuera a nadie.

¿Qué significa realmente el diseño accesible?

Diseñar de forma accesible significa crear tecnología que funcione para personas con capacidades diversas, en contextos distintos y con formas muy variadas de interactuar.

No se trata de crear versiones simplificadas. Se trata de ofrecer acceso real y escalable, sin renunciar a una buena experiencia de uso.

  • Accesibilidad digital: como las WCAG (estándares internacionales para construir sitios web utilizables por personas con limitaciones visuales, cognitivas o motoras), compatibilidad con lectores de pantalla, navegación por teclado...

  • Diseño físico y funcional del producto: desde cómo se activa un dispositivo, hasta cómo se ajusta o se usa en el día a día.

Cada decisión técnica tiene un impacto humano. Diseñar con accesibilidad es diseñar con responsabilidad.

Una mujer en silla de ruedas y un hombre comparten un portátil sentados en un parque, revisando información juntos con actitud colaborativa.

El enfoque de Aurax: principios que guían nuestro diseño

Durante el desarrollo de MouthX, nuestro dispositivo intraoral para el control digital sin manos, trabajamos estrechamente con personas con movilidad reducida en extremidades superiores.

Ese proceso colaborativo nos llevó a definir cinco principios clave que hoy forman parte de nuestra forma de diseñar:

  1. Opciones de interacción flexibles

Una misma acción debe poder realizarse con distintos inputs: gestos de cabeza, voz, pulsador, movimiento ocular o clic.

  1. Reducción del esfuerzo físico y cognitivo

Si usar un dispositivo agota, no empodera. Priorizamos interacciones de bajo esfuerzo, sin necesidad de velocidad ni precisión extrema.

  1. Compatibilidad con tecnologías de apoyo existentes

Nuestra tecnología no sustituye lo que la persona ya usa: se integra con lectores de pantalla, controles por voz, seguimiento ocular o pulsadores.

  1. Estructura visual clara y accesible

Desde el primer uso, la persona debe entender qué puede hacer, dónde está y cómo navegar.

  1. Configuración independiente siempre que sea posible

La autonomía empieza desde la puesta en marcha. Queremos que la configuración pueda hacerse de forma autónoma o, si se necesita ayuda, que sea una opción, no una obligación.

Barreras invisibles… hasta que es demasiado tarde

Muchas veces la exclusión se esconde en los detalles.

Hemos visto demasiados productos fallar por razones como estas: 

  • Interfaces táctiles sin alternativas físicas

  • Aplicaciones que no funcionan con lectores de pantalla

  • Dispositivos que requieren rapidez, fuerza o precisión para responder

  • Configuraciones largas, técnicas y poco accesibles desde el inicio

Estas no son excepciones. Son condiciones reales. Y si no se tienen en cuenta durante el diseño, acaban convirtiéndose en errores de base.

Tres personas trabajan juntas en una oficina luminosa, entre ellas un hombre en silla de ruedas utilizando una tableta durante una reunión.

Accesibilidad real significa diseñar desde la diversidad

Una tecnología verdaderamente inclusiva no se basa en funciones “especiales”, sino en normalizar el acceso para más personas, sin comprometer la funcionalidad.

Así es como lo aplicamos en Aurax y cómo lo aplicamos en MouthX: 

  • Interfaz personalizable: boca, voz, mirada, pulsadores. Todas son formas válidas de interactuar.

  • Modos escalables: opciones simples cuando se necesita simplicidad, avanzadas cuando se quiere más control.

  • Ajustes accesibles desde el propio dispositivo: sin necesidad de herramientas externas ni soporte técnico.

  • Feedback multisensorial: respuestas visuales, sonoras o hápticas según las preferencias de cada persona.

Diseñar para la autonomía, no solo para el acceso

En Aurax creemos que la tecnología asistiva debe crear independencia, no dependencia.

Por eso, cada decisión de diseño detrás de MouthX busca ampliar lo que se puede hacer, no limitarlo.

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